El nombre de la rosa
...lo que vi más tarde en la abadía (...) me ha llevado a pensar que a menudo son los propios inquisidores los que crean a los herejes. Y no solo en el sentido de que los imaginan donde no existen, sino también porque reprimen con tal vehemencia la corrupción herética que al hacerlo impulsan a muchos a mezclarse en ella, por odio hacia quienes la fustigan. En verdad, un círculo imaginado por el demonio, ¡que Dios nos proteja!
En una entrevista (no recuerdo dónde lo leí para citar la fuente) Umberto Eco respondió a la comparación del título del libro con la reflexión del Romeo de Shakespeare sobre la nominación: mientras que este último sostiene que la rosa seguiría siendo rosa y teniendo el mismo aroma, en definitiva, siendo aquello a lo que llamamos "rosa" si tuviera cualquier nombre, Eco sostiene exactamente lo inverso; más allá de que la rosa esté o no, mantenga su forma o no, lo único que sobrevive es su nombre.
No vamos a reseñar la novela ya que es casi un clásico y la historia fue inmortalizada en la pantalla grande en la película que dirigió Jean-Jacques Annaud en 1986, 6 años después de publicada la novela. Un "policial erudito" digamos, situada en el siglo XIV en Italia, que nos acerca a los asesinatos que ocurren en una abadía a través del relato de Adso de Melk, quien acompaña a su maestro Guillermo de Baskerville, una suerte de Sherlock Holmes franciscano. Curioso éxito multitudinario si consideramos que se trata de una novela llena de citas en latín, controversias teológicas, reflexiones filosóficas, problemáticas epistemológicas y lingüísticas y un trasfondo histórico bastante lejano.
Tampoco vamos a reseñar la novela porque recién la empezamos a leer en el club, que arrancó el año con varias lecturas cortas (entre ellas Lucia Berlín, Hebe Uhart, Borges, Sandra Russo y algún otro texto corto más, en cuanto pueda los subo al blog) y nos animamos al primer librote del año. La pregunta que hasta ahora parece protagonizar el relato es ¿cómo se obtiene la verdad?; y hemos intentado en nuestra última "sesión" reconstruir un poco el momento histórico de Italia en el siglo XIV, cuando se había desmembrado el imperio romano y un caudillaje se disputaba el poder político local mientras Alemania designaba cabezas para la iglesia católica, que ostentaba el poder ideológico. Adentro de la iglesia también había facciones y persecuciones, entre ellas la disputa pincipal entre los franciscanos (y los espirituales y algunas otras facciones, era un quilombo al parecer), y los benedictinos, discusión que como nos hizo notar Mauro que pasó por el club a última hora se arrastra hasta hoy en los nombres de los papas (Franciso y Benedicto).
Todavía no tenemos fecha, pero estamos preparando un cine-debate con proyección de la película. También nos enteramos de que estamos en la papa porque en 2019 se estrena la adaptación a la pantalla chica de El nombre de la rosa. Te ganamos de mano, Turturro.
El próximo encuentro es el jueves 10 de Mayo a las 19:30 Hs., podés sumarte en cualquier momento del año. Al costadito dejamos un link para descargar el libro.
En una entrevista (no recuerdo dónde lo leí para citar la fuente) Umberto Eco respondió a la comparación del título del libro con la reflexión del Romeo de Shakespeare sobre la nominación: mientras que este último sostiene que la rosa seguiría siendo rosa y teniendo el mismo aroma, en definitiva, siendo aquello a lo que llamamos "rosa" si tuviera cualquier nombre, Eco sostiene exactamente lo inverso; más allá de que la rosa esté o no, mantenga su forma o no, lo único que sobrevive es su nombre.
No vamos a reseñar la novela ya que es casi un clásico y la historia fue inmortalizada en la pantalla grande en la película que dirigió Jean-Jacques Annaud en 1986, 6 años después de publicada la novela. Un "policial erudito" digamos, situada en el siglo XIV en Italia, que nos acerca a los asesinatos que ocurren en una abadía a través del relato de Adso de Melk, quien acompaña a su maestro Guillermo de Baskerville, una suerte de Sherlock Holmes franciscano. Curioso éxito multitudinario si consideramos que se trata de una novela llena de citas en latín, controversias teológicas, reflexiones filosóficas, problemáticas epistemológicas y lingüísticas y un trasfondo histórico bastante lejano.
Tampoco vamos a reseñar la novela porque recién la empezamos a leer en el club, que arrancó el año con varias lecturas cortas (entre ellas Lucia Berlín, Hebe Uhart, Borges, Sandra Russo y algún otro texto corto más, en cuanto pueda los subo al blog) y nos animamos al primer librote del año. La pregunta que hasta ahora parece protagonizar el relato es ¿cómo se obtiene la verdad?; y hemos intentado en nuestra última "sesión" reconstruir un poco el momento histórico de Italia en el siglo XIV, cuando se había desmembrado el imperio romano y un caudillaje se disputaba el poder político local mientras Alemania designaba cabezas para la iglesia católica, que ostentaba el poder ideológico. Adentro de la iglesia también había facciones y persecuciones, entre ellas la disputa pincipal entre los franciscanos (y los espirituales y algunas otras facciones, era un quilombo al parecer), y los benedictinos, discusión que como nos hizo notar Mauro que pasó por el club a última hora se arrastra hasta hoy en los nombres de los papas (Franciso y Benedicto).
Todavía no tenemos fecha, pero estamos preparando un cine-debate con proyección de la película. También nos enteramos de que estamos en la papa porque en 2019 se estrena la adaptación a la pantalla chica de El nombre de la rosa. Te ganamos de mano, Turturro.
El próximo encuentro es el jueves 10 de Mayo a las 19:30 Hs., podés sumarte en cualquier momento del año. Al costadito dejamos un link para descargar el libro.
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